La paz de la Navidad

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Los que no conocen el mensaje de Jesús piensan en la paz como algo que sucede en el mundo si los demás se ponen de acuerdo para no pelear. El otro día leí una frase irónica que llamaba a la Navidad "el simulacro de paz mundial que vivimos estos días".
Pero el nacimiento de Jesús descubrió una nueva manera de "hacer paz" en nuestros corazones. La celebración de la Navidad nos recuerda el camino que eligió Dios para traer la paz al mundo: el nacimiento de su Hijo en la pobreza de un pueblo que vivía sin libertad, oprimido por los romanos.

La paz que Dios nos trae nace en nuestros corazones y somos nosotros los que construimos la paz si confiamos en Él. La fuerza de la fe es la que nos mantiene pacíficos en medio de un mundo agresivo que no respeta a las personas.

Por eso hay un signo especial en todas las Eucaristías que es el de darnos un saludo de paz. El deseo de ser un vehículo que transmita la paz de Dios a los que nos rodean lo simbolizamos con el saludo a los que tenemos al lado mientras cantamos un canto apropiado. En la misa de esta Nochebuena, el signo de la paz fue un momento muy emotivo porque cantamos un canto especial: Aleluya, da la paz. Los mayores recordaréis que fue la canción que ganó el festival de Eurovisión del año 78, pero le hemos adaptado la letra para que exprese la paz que Dios nos trae.
En aquellos años yo ya dirigía los cantos en la misa de los sábados y cuando oí esta canción me dije: "Esto tenemos que cantarlo en misa". Pero hasta que no ha llegado Internet y he podido localizar algunas grabaciones, encargar la partitura original y estudiarla con detalle no he podido hacerlo.

Muchos me habéis dicho que fue algo emocionante y os animo a que reflexionéis sobre ello. En esta canción se vio muy claro algo que ya he escrito antes: el que reza cantando, reza tres veces, con la cabeza, con el corazón y con el cuerpo. Estuvimos en manos del Señor diciendo "Con tu voz podrás unirte a Dios y desear la paz con esta canción", cantando con alegría una melodía muy pegadiza y moviendo nuestro cuerpo al ritmo que marcaban el piano, el bajo y la percusión.
Revive un momento los sentimientos que te afloran y piensa en cómo es ese Dios con el que cantas.

Aquí os dejo un enlace a la letra y los acordes por si queréis tenerla delante cuando la escuchéis y un enlace a la partitura original.

(Algunos me habéis pedido también las canciones de la vigilia de música y oración que hicimos en Adviento. Esta es la presentación y los enlaces)
005-Agua lávame-Brotes(Isaias 1,16)
066-Entra en mi noche-Ixcis
018-Benedictus qui venit-Taize
134-Para encontrarte saldré-Tsnc
004-Adoramus te-Taize
065-En nuestra oscuridad-Taize
095-La Misericordia del Señor-Taize
105-Magníficat-Taize (Lc 1, 46)

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