¿Qué música elijo?

Cada vez me toca más participar en la elección de la música o los cantos para una misa. Lo mismo si es para una boda que para un funeral, la música en la Eucaristía tiene un papel muy importante.
¿Llamamos a un coro?, ¿contratamos un cuarteto de cuerda?, ¿pedimos a los amigos que canten con nosotros?.

Todo el mundo tiene sus gustos y hay que respetarlos, pero el objetivo de la elección tiene que ser siempre el mismo: ayudar a los asistentes a rezar. 
Esta semana he asistido a dos misas en la iglesia de Serrano: la primera fue el funeral por Jaime en la que cantó el coro Aldebarán y la segunda fue la celebración de la visita del P. General Adolfo Nicolás a las comunidades ignacianas de Madrid.
En la primera nos limitamos a escuchar lo que cantaba el coro en distintos idiomas (inglés, latín, euskera...) sin entender lo que decían ni participar en el canto/oración.
En la segunda organizamos un coro entre músicos y cantantes de las distintas comunidades de la Red Ignaciana, seleccionamos cantos pensando en los asistentes, editamos un folleto con las letras y los asistentes pudieron hacer oración con la música.

Sólo los cantos religiosos te permiten hacer oración con la mente, el corazón y el cuerpo. El que reza cantando reza tres veces: Hacemos oración con la cabeza al leer la letra inspirada, con el corazón al emocionarnos con la melodía y con el cuerpo al dejarnos llevar por el ritmo. 

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