Ecuaristía por la Paz

La jornada de ayer de oración por la Paz en Siria tuvo una gran repercusión en toda la Iglesia. La convocatoria del Papa Francisco ha significado un punto de inflexión en la conciencia de muchos para dejar claro que los cristianos no creemos en la violencia sino en el Dios de la Paz.
La postura la dejaba muy clara en la carta que envió a Valdimir Putin: "Abandonar la vana pretensión de una solución militar". Aquí tenéis el original del Vaticano: Carta del Papa Francisco a Vladimir Putin

En muchas iglesias se celebraron vigilias de oración, eucaristías, rezos del rosario y cenas de ayuno con pan y agua.
En esta imagen tenéis el altar de la Parroquia de la Ventilla donde nos juntamos muchas personas para pedir a Dios esa paz tan necesaria para  la humanidad.

La primera eucaristía después del verano, ha sido para pedir la Paz en comunidad. En lugar de salir a la calle a hacer manifestaciones, los cristianos pedimos a Dios su fuerza y su luz para poder trabajar cada uno en la construcción de su reino. 

Comentarios

  1. En la jornada de ayuno y oración de anoche, en la parroquia de la Ventilla, pudimos ponerle realismo a las Bienaventuranzas: esas mujeres y hombres gasificados y bombardeados, son hoy el centro de las Bienaventuranzas.

    Vimos anoche como la cruz de Jesús, reproduciendose en miles de cruces de los damnificados por la guerra en Siria, puede ser para nosotros una balanza donde sopesar nuestros afectos y egoismos, tambien donde se ponen en ambos lados de la balanza los intereses políticos y geoestratégicos.

    Pero vimos también como la cruz no sólo es dolor: puede servir para remover lo mas profundo de la tierra, usada como palanca puede levantar las capas internas de nuestros sentimientos mas profundos y de los demás.

    Es una alegría poder responder a la llamada del Papa Francisco desde la oración que, según creemos y vemos, cambia nuestro punto de vista, y , por qué no, el de los dirigentes del mundo.

    Manolo Glez. Domínguez

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